LOS MAQUIS.
El maquis,1 también conocido como la guerrilla, Resistencia española o GE (Guerrilleros Españoles), fue el
conjunto de movimientos guerrillerosantifascistas de resistencia en España que comenzó durante la Guerra Civil. El casi inmediato estallido de la Segunda Guerra Mundial sorprendió a gran parte de los
excombatientes republicanos en territorio francés; muchos de ellos
se incorporaron a la Resistencia francesa en lo que fue la Agrupación de Guerrilleros Españoles.
A partir de 1944, con los ejércitos
alemanes en retirada, muchos de estos guerrilleros reorientaron su lucha antifascista haciaEspaña.
Pese al fracaso de la invasión del Valle de Arán en ese año, algunas columnas
consiguieron progresar hacia el interior y enlazar con las partidas que habían
permanecido en el monte desde 1939.
El periodo de máximo apogeo guerrillero fue el comprendido entre 1945 y 1947. A partir de este año
se intensificó la represión franquista, que poco a poco fue
terminando con las partidas o grupos. Muchos de sus integrantes murieron o
fueron detenidos (lo que en muchos casos supuso igualmente la muerte), otros
escaparon a Francia o Marruecos.
En el año 1952 se procede a la evacuación de los
últimos contingentes de importancia. Desde ese año, quienes aún resisten en el
monte, negándose a elegir entre exilio o muerte, luchan ya casi
exclusivamente por la supervivencia. El final del maquis lo marcan las muertes
de Ramón Vila en 1963 y de José Castro en 1965.
(Wikipedia)
Según le oí contar
en varias ocasiones, mi padre había tenido contacto frecuente con maquis en los
Hospitales Militares de Jaca y Zaragoza, donde hizo su Servicio Militar como
Practicante, tras iniciar sus estudios como tal en el Hospital Militar Gómez
Ulla de Madrid.
En esa zona próxima a la frontera francesa, era más
frecuente y abundante la presencia de miembros del Maquis, bien residentes o
bien de paso hacia otras regiones de España. Y, en consecuencia, no eran infrecuentes
los enfrentamientos entre miembros del Maquis y fuerzas de orden público,
principalmente Guardia Civil, el grupo de las fuerzas del estado más utilizado
en la represión de cualquier movimiento de oposición al Régimen, y por tanto en
la lucha contra los Maquis.
Con algunos de los heridos en esos
enfrentamientos, llevados al Hospital Militar de Jaca, tuvo contacto mi padre,
como Practicante que debió atenderles y con el que establecieron cierto grado
de confianza que le llevó, en alguna ocasión, a ayudarles, depositando en
Correos de forma clandestina, alguna carta de estos, dirigida a su familia,
dándoles noticias de su suerte. O más bien, de su mala suerte.
Referíanle algunos
cómo en numerosas ocasiones habían tenido en el punto de mira de sus fusiles a
patrullas o destacamentos de soldados, dejándoles pasar sin un disparo, ya que
eran, en su mayoría, simples paisanos, soldados de reemplazo, que bastante
tenían con soportar su frío, su hambre y sus piojos lejos de su casa, a cambio
de nada. No ocurría así con la
Guardia Civil , pues estos habían hecho de ello su oficio y
forma de vida, siendo el primer y más encarnizado de sus enemigos, y el primer
instrumento de represión de cualquier movimiento de rebeldía o, simplemente, de
reivindicación. Y el sentimiento era mutuo.
Era nuestro pueblo
el centro geográfico de una zona activa de la guerrilla comprendida entre los
términos municipales de Minglanilla, Motilla del Palancar, Almodóvar,
Monteagudo de las Salinas y Cardenete, extendida con frecuencia a la zona de
las Hoces del Cabriel. Dado lo accidentado de su orografía fue refugio de los
últimos Maquis que se movieron por la provincia de Cuenca. Y que, a esas
alturas, más que un movimiento guerrillero eran pobres supervivientes echados
al monte como única forma de supervivencia de algunos significados opositores
al Régimen del General Franco o, a veces, solamente familiares de estos que se
escondían de las represalias de la Guardia
Civil.
Alguno de los más
viejos del lugar quizás recuerden el nombre de “El Manco de la Pesquera ” uno de los
últimos y más conocidos que se movieron
por esos lares.
Basiliso Patrocinio Serrano Valero, nacido en el término
municipal de La Pesquera ,
próximo a Minglanilla, en la casa llamada de “la cirujana” en el paraje de “El
Molinillo”, en abril de 1908.
De este hombre,
tenido por buena persona y no como enemigo por las gentes de aquellos pueblos,
y respetado incluso por sus enemigos, se cuenta que llegó incluso a comer en
alguna ocasión con el mismo Gobernador Civil de Cuenca.
De su buen carácter
habla una anécdota que se contaba, del principio de la Guerra Civil , cuando un grupo
de milicianos pretendió fusilar al Cura de su pueblo, y él lo impidió diciendo
“Aquí no sobra nadie. Si acaso lo que falta es
pan para todos”. Con acciones similares se ganó el respeto de amigos y
enemigos.
Pero esta es otra
historia que alguien, con más conocimientos que yo, podrá contar mejor.
El caso es que por
lo referido a la situación geográfica de nuestro pueblo con relación a los
maquis, los mandos del Cuartel de Campillo de Altobuey tuvieron a bien poner un
pequeño destacamento con tres o cuatro de ellos en Paracuellos.
Nosotros vivíamos
por aquel entonces en una casa que era de Leonor y Virgilio, el padre de Pedro
y Mariluz. Y más de una noche se
sentaron junto a la lumbre bajo la gran chimenea que había (y creo que hay) en
la cocina-comedor-sala de estar de la casa.
Y allí les oí hablar
de los maquis y a mi padre contar sus historias con ellos en el Pirineo. Yo, al
fin y al cabo, solo era un güacho sentado en un rincón escribiendo cien veces
en cualquier papel “se escriben con b las palabras terminadas en bir, menos
hervir, servir y vivir”. Cosas de D. Roberto.
Guardia Civil. |
Solo recuerdo el
nombre de uno de ello, el Sr. Martín, y su mujer, la Sra. Micaela , con los que
después de que se suprimiera el destacamento de Paracuellos y volviesen al
Cuartel del Campillo, seguimos manteniendo relación, y no fueron pocas las
ocasiones en que, años más tarde y tras merendar en mi casa, que por entonces
estaba junto al “Cercao”, mi madre se despedía alargándole un talego con alguna
torcáz o conejo y diciéndole “déle esto
a la Sra. Micaela ”.
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