¿Quién no ha jugado de niño a los indios?
Hay alguien, al menos de mi generación y alguna posterior, que no se haya
fabricado con un palo y una cuerda un arco?
Yo, desde luego fui uno de los que soñamos con
arcos y flechas. Y recuerdo que la primera película que vi en color fue ”Robin
Hood”. Ahí es nada. Blanco y en botella…
Pero el tiempo pasa, los niños se hacen
mayores, los sueños humo y
“Ondi fueron los tiempos
aquellos que pué que no güelvan?”
Y mira por donde, hace ahora poco más de un año, un
amigo me dice que hay, cerca de casa, un Curso de Iniciación al Tiro con Arco.
Que si me apunto con él.
Y vuelta a la niñez. De nuevo con un arco en
la mano, solo que esta vez ¡de verdad! Y flechas rectas, de carbono! Joder,
joder, joder…!!!
Benditas aquellas personas que permiten a un
abuelo volver a su infancia..
Y envidia para aquellas personas que
consiguen hacerse hombres sin dejar de ser niños.
Y aquí estamos. Hice el Curso, conocí a
otros “niños”, a otros más, que me acogieron como un amigo de siempre y, para
más suerte, mi mujer me acompaña en esta nueva ilusión.
Que más puedo pedir?
Ya tengo, además, una motivación para volver
a este abandonado rincón.
Y me propongo (veremos si soy capaz de
cumplirlo) ir añadiendo cuantas cosas de interés me ocurran o vaya encontrando
por el camino relacionadas con el Tiro con Arco.